Probamos la línea Okara de René Furterer, por si estás buscando un champú para tu color de pelo
Champú de la línea Okara Color de René Furterer

El primero que hemos probado es el champú de Okara Color (5,97 euros), pensado para cabellos teñidos. Un diseño fácil de reconocer por su envase rojo pasión, aunque el producto en su interior sea rosa pastel muy dulce y bonito. Lo mismo ocurre con su aroma, con un toque dulzón muy sutil gracias al extracto de origen natural de hamamelis, un potente fijador de color.
Este champú Okara Color es muy espeso y cuesta un poco repartirlo por el cabello, dando la sensación de miel en la melena. Sin embargo, si lo emulsionas en las manos antes resulta más sencillo de extender. Limpia en profundidad, dejando la raíz con volumen y muy fresca con solo un lavado. No hace falta repetir lavado ni dejarlo actuar. En cuando a los resultados, sí que es verdad que el cabello se ve más brillante y con mucha luz. Al menos uno oscuro como el mío.
Champú de la línea Okara Blond de René Furterer

La segunda opción viene del Ritual Okara Blond (10,97 euros) y está pensada para cabellos rubios. En este caso, el champú viene presentado en un envase transparente, que deja ver su producto dorado repleto de reflejos. Una asociación perfecta para el rubio, que busca ser tan luminoso como el color de este champú. Su aroma también encaja con la tonalidad, porque el extracto de azúcar viene con un contrapunto cítrico gracias al limón, que aclara el cabello para darle luz natural.
Esta propuesta para cabellos claros sigue las mismas líneas que la anterior, con un producto muy espeso y algo pegajoso que no resulta fácil de aplicar si se pone directamente en el pelo. Sin embargo, si se producen burbujas antes con las manos la cosa cambia. Se puede utilizar diariamente y no hace falta esperar a que haga efecto. Nosotros lo hemos probado en un cabello teñido y lo ha aclarado notablemente, especialmente en las mechas más marcadas.

Terminamos con el último de los productos del Ritual Okara, el bálsamo de cuidado de la gama Silver para pelos blancos o grises (12,27 euros. Este viene presentado en un envase lila metalizado, que contrasta de forma muy intensa con el color azul oscuro del producto. Esto ocurre porque viene cargado de pigmentos correctores violetas, que neutralizan la tendencia amarillenta de un pelo blanco para darle un acabado polar.
La textura y la sensación en el pelo es algo más suave y oleosa que la de los champús, ya que se trata de un gel fundente con aroma floral que se utiliza después del lavado. No de un champú. Tampoco es de uso diario. Se debe utilizar una o dos veces a la semana, dejándolo trabajar durante tres minutos antes de aclararlo para eliminar los reflejos amarillentos que puedan estropear el blanco nuclear. Y lo consigue, manteniendo el cabello teñido de blanco sin esas mechas rubias indeseadas.
